El peligro silencioso que no debes subestimar
El momento en que un ser querido comienza a atragantarse puede ser aterrador. Si además sufre de disfagia, este riesgo se convierte en una amenaza constante. En muchas ocasiones, los familiares intentan ayudar, pero sin saberlo, aplican maniobras incorrectas que pueden empeorar la situación.
Queremos ofrecerte primeros auxilios cognitivos para saber qué NO hacer al atragantarse, especialmente cuando hay un diagnóstico de disfagia en demencia. La prevención y el conocimiento salvan vidas.
¿Qué es la disfagia y por qué es tan común en personas con deterioro cognitivo?
La disfagia es una dificultad para tragar alimentos, líquidos o incluso saliva. Es un problema frecuente en personas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson o los ACV (accidentes cerebrovasculares), debido a la afectación de los nervios y músculos que controlan la deglución.
Síntomas comunes de la disfagia
- Tos o carraspeo al comer
- Sensación de alimento “atascado” en la garganta
- Babeo frecuente
- Pérdida de peso sin explicación
- Infecciones respiratorias recurrentes (por broncoaspiraciones)
Qué NO hacer si tu familiar se atraganta
Saber cómo reaccionar ante un episodio de atragantamiento por disfagia puede marcar la diferencia. Pero igual de importante es saber qué NO hacer, ya que ciertos gestos bien intencionados pueden agravar la situación.
1. No introducir los dedos en su boca
Intentar sacar el alimento con los dedos puede empujarlo aún más hacia las vías respiratorias. Además, podrías provocar un mordisco involuntario o asfixia.
2. No darle agua ni ningún líquido
Aunque parezca lógico “empujar” el alimento con agua, esto puede hacer que parte del contenido pase a los pulmones, causando una broncoaspiración.
3. No golpear la espalda si está sentado o inclinado hacia delante
Dar palmadas en la espalda cuando la persona está encorvada puede mover el objeto hacia una posición más peligrosa.
4. No perder el control emocional
El pánico es contagioso. Si mantienes la calma, ayudas al afectado a tranquilizarse. En casos de disfagia en demencia, los nervios pueden generar más tensión muscular y empeorar el atragantamiento.
Qué hacer en su lugar: primeros auxilios cognitivos
Los primeros auxilios cognitivos van más allá de lo físico: implican conocer la condición del paciente y adaptar la intervención a su capacidad cognitiva.
- Evalúa si respira: Si tose o emite sonidos, aún hay paso de aire.
- Anímale a toser con fuerza: Esta es la defensa natural del cuerpo.
- Aplica la maniobra de Heimlich solo si es necesario y sabes cómo hacerlo.
- Llama al 112 si el atragantamiento no cede.
Prevención: la clave para evitar sustos
En ICAIME, sabemos que la mejor manera de evitar una emergencia es prevenirla. Si tu familiar tiene disfagia, es fundamental adaptar su alimentación y recibir entrenamiento profesional.
Consejos para reducir el riesgo
- Texturiza los alimentos según indicación médica
- Evita hablar o distraerse mientras come
- Mantén una postura erguida durante y después de las comidas
- Consulta con un logopeda especializado
La información que puede salvar vidas
Acompañar a un ser querido con disfagia implica más que cuidados físicos. Requiere conocimientos específicos sobre qué no hacer al atragantarse, especialmente cuando hay deterioro cognitivo.
Con los primeros auxilios cognitivos, estás no solo actuando en el momento de la crisis, sino previniendo futuras complicaciones. En ICAIME estamos contigo en este camino, ofreciéndote acompañamiento profesional y humano.
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