¿Y si un día no pudieras decidir por ti?
Tomar decisiones sobre la salud o los cuidados personales no siempre es fácil. Pero, ¿qué pasa si un día ya no puedes hacerlo por ti mismo debido a una demencia u otra enfermedad neurodegenerativa?
Ahí es donde cobra sentido el testamento vital, también conocido como instrucciones anticipadas o voluntades vitales.
Desde nuestra experiencia acompañando a familias en procesos de deterioro cognitivo, he visto cómo la planificación anticipada no solo ayuda a respetar la voluntad de la persona, sino que también alivia el peso emocional y legal de sus seres queridos.
En esta guía encontrarás una explicación clara, accesible y práctica sobre cómo y por qué hacer un testamento vital, especialmente cuando hay riesgo o diagnóstico de demencia.
¿Qué es el Testamento Vital y para qué sirve?
Una herramienta legal que cuida de ti cuando no puedes decidir
El testamento vital es un documento legal en el que una persona expresa su voluntad sobre los tratamientos médicos y cuidados que desea —o no desea— recibir en caso de encontrarse en una situación en la que no pueda comunicarse ni tomar decisiones.
Es una forma de asegurar que se respete la autonomía personal, incluso en fases avanzadas de una demencia, cuando la capacidad de decisión está gravemente afectada.
¿Por qué es importante en casos de demencia?
La pérdida progresiva de la capacidad de decidir
La demencia —ya sea tipo Alzheimer u otra— se caracteriza por un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, entre ellas el juicio, la memoria y la capacidad para tomar decisiones informadas.
Firmar un testamento vital en etapas iniciales permite:
- Determinar tratamientos médicos que se desean o no se desean.
- Designar a un representante legal.
- Evitar tratamientos fútiles o contrarios a los valores personales.
- Reducir la carga emocional y conflictos familiares en momentos críticos.
Hay casos en donde no existe este documento y las familias se encuentran perdidas, discutiendo entre ellas o enfrentándose a decisiones urgentes y dolorosas sin guía. Con testamento vital, ese peso se transforma en claridad y respeto.
¿Qué debe incluir un testamento vital?
Un testamento vital puede variar según la legislación autonómica, pero generalmente incluye:
- Preferencias sobre tratamientos médicos (reanimación, alimentación artificial, sedación…).
- Donación de órganos.
- Elección de centro sanitario o profesional médico.
- Nombramiento de un representante o interlocutor válido.
- Valores personales o creencias religiosas a tener en cuenta.
En Catalunya, por ejemplo, se puede registrar en el Registre de Voluntats Anticipades de forma presencial, por notaría o a través del sistema de salud.
¿Cuándo y cómo redactarlo?
Cuanto antes, mejor
La recomendación es hacerlo antes de que aparezcan síntomas graves de demencia, o bien en fases iniciales si ya hay diagnóstico. El documento puede modificarse tantas veces como se desee mientras la persona conserve la capacidad legal para hacerlo.
Puedes:
- Redactarlo tú mismo con un modelo oficial.
- Ir a un notario.
Si te preocupa la memoria, empieza por informarte
En ICAIME, llevamos años ayudando a personas y familias a navegar las etapas del deterioro cognitivo desde un enfoque humano, clínico y ético.
Si ya estás en proceso de evaluación o tienes sospechas de demencia, este puede ser el momento ideal para abordar también la planificación anticipada de forma integral.
Te invitamos a conocer nuestros servicios de diagnóstico y valoración de la memoria para abordar este tema con claridad y apoyo profesional.
Decidir hoy para cuidar el mañana
Hacer un testamento vital no es rendirse, es un acto de amor propio y hacia los demás. Es una herramienta legal, sí, pero también profundamente humana. Enfrentar el futuro con preparación aporta paz, claridad y respeto a la dignidad de la persona, incluso cuando la memoria ya no acompaña.
Si tú o un ser querido está en esta etapa, no estás solo. Planificar con sentido humano es posible.
