Con la llegada del otoño, cambian los ritmos, bajan las temperaturas y se retoman las rutinas. Este período de transición puede afectar física y emocionalmente a las personas mayores.
Sabemos que el cambio de estación requiere atención, planificación y un entorno que acompañe. Por eso, compartimos claves prácticas para que tu familiar mayor comience el otoño con energía, seguridad y bienestar.
Otoño es una estación que influye más de lo que parece
El final del verano trae menos horas de luz, cambios de temperatura y una vuelta a la rutina que no siempre es fácil. En personas mayores puede generar:
- Tristeza o apatía.
- Alteraciones del sueño.
- Menor movilidad o interés por salir.
Anticiparse a estos cambios permite suavizar el impacto y fomentar un estado emocional más equilibrado.
Adaptar la rutina es importante y seguir esto te les puede ayudar:
Septiembre y octubre son ideales para retomar hábitos saludables:
- Horarios estables de comida y sueño.
- Actividades suaves al aire libre en horarios seguros.
- Estimulación cognitiva diaria (lectura, juegos, conversación)
- Alimentación rica en vitaminas, sin cambios bruscos
- Ropa adecuada a las temperaturas cambiantes
Ayudamos a cada persona a reorganizar su rutina con cuidado y acompañamiento.
¿Y si vive solo o pasa muchas horas sin compañía?
El aislamiento se acentúa con el cambio de estación. Si tu familiar:
- Está más callado o apagado.
- Evita salir o ver gente.
- Duerme más de lo habitual.
Es momento de reforzar su entorno social. Un centro de día puede ofrecer estructura, actividad, interacción y contención emocional.
Qué hacer si se resiste a los cambios
Es habitual que algunas personas mayores rechacen nuevas rutinas o actividades tras el verano. La clave está en:
- Escuchar sin juzgar.
- Introducir los cambios poco a poco.
- Incluir elementos que le gusten o motiven.
- Hablar desde el afecto, no desde la obligación.
Nuestro equipo está formado para acompañar también estos procesos emocionales, con paciencia y empatía.
Personalizar el cuidado según estaciones del año
Cada vez más centros aplican estrategias estacionales para ajustar el cuidado a lo que cuerpo y mente necesitan en cada momento. Por ejemplo, cambiamos actividades, menús y ritmos según la estación, manteniendo a los mayores conectados con su entorno.
El otoño puede ser una etapa tranquila, activa y emocionalmente rica si se acompaña bien. En ICAIME te ayudamos a preparar esta transición con atención, conocimiento y humanidad.
¿Quieres que tu familiar comience el otoño con más bienestar? Te orientamos sin compromiso.
